El Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Alicante constata un aumento en las ventas de locales comerciales y entreplantas en la capital gracias a inversores que buscan transformarlos en viviendas turísticas y destinadas al alquiler residencial. La pandemia y la eclosión del comercio electrónico han motivado el cierre de algunos negocios en los últimos dos años y el aumento de locales comerciales vacíos, una tendencia que está comenzando a cambiar en los últimos meses. El mercado del Retail inmobiliario está comenzando a animarse gracias a la apertura de nuevos negocios y, especialmente, a la llegada de inversores que están adquiriendo locales a pie de calle y entreplantas. El objetivo es aprovechar el menor precio de estos activos respecto a las viviendas para reacondicionarlos y convertirlos en viviendas destinadas al alquiler turístico o residencial.
Marifé Esteso, presidenta del Colegio API de Alicante, explica que estas operaciones se están produciendo tanto en el centro de la capital y como en algunos barrios como Benalúa o El Pla, donde hay una alta disponibilidad de locales comerciales desocupados. “Se trata de inversores interesados en el alquiler que identifican los locales que cumplen los requisitos que impone el Ayuntamiento para su cambio de uso y los transforman en este sentido. Hablamos de un nuevo nicho de mercado en el que existen buenas oportunidades, ya que los precios han ido bajando en los últimos años”, indica.
Además, Esteso espera que el mercado inmobiliario en la provincia de Alicante alcance la estabilidad en 2022 después del parón que supuso la pandemia en 2020 y a pesar del importante repunte experimentado en 2021, cuando las operaciones han alcanzado un nivel similar al año 2019. Falta que el crecimiento económico se estabilice y alcance los niveles esperados para que cierta demanda que sigue acumulada, salga al mercado. “Podemos hacer un balance positivo de 2021, ya que los precios han seguido creciendo de forma moderada y las compraventas han aumentado de forma significativa, especialmente en el segundo semestre del año. Zonas como Jávea, Denia, Benidorm o la propia ciudad de Alicante han experimentado un gran dinamismos”, señala.
En cuanto a las previsiones para el año 2022, el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria explica que todo depende de la evolución de la variante Ómicron del coronavirus. “Un empeoramiento de la situación sanitaría ralentizaría muchos las ventas pero si, como vaticinan algunos expertos, conseguimos superar la pandemia definitivamente en este año, nos podemos encontrar con un aumento de la demanda de vivienda muy significativo”, indica Esteso. En este sentido, sostiene que existen compradores nacionales que están esperando a que finalice la incertidumbre en torno al coronavirus para cerrar operaciones. Pero esta situación afecta especialmente al comprador extranjero, que representa la mitad del mercado en Alicante, que necesita tener la plena seguridad de que no se van a producir nuevas restricciones en el movimiento internacional para poder acceder a sus viviendas en la Costa Blanca.