08 de Enero de 2014
Fuente: Real Estate Press, S.L.
La banca española ha venido alegando durante toda la crisis que había un problema de falta de solvencia, pero las cifras muestran que mientras el crédito de la banca española se ha hundido, los préstamos del exterior a las empresas españolas han resistido mucho mejor.
De hecho, esos préstamos procedentes del extranjero superan los niveles que tenían al principio de la crisis y muestran señales de recuperación en los últimos meses que aún no se aprecian en el crédito de la banca española.
Uno de cada tres euros prestados a las empresas españolas procede ya del extranjero, según los datos más recientes del Banco de España, correspondientes al mes de octubre pasado. Cuando empezó la crisis, en el año 2008, los bancos españoles eran protagonistas del 76,2% y los préstamos del exterior solo suponían el 23,8%. Tras cinco años y medio, la financiación procedente del exterior se ha disparado y esos préstamos concedidos desde el extranjero representan un 33,2%, una cuota récord en toda la serie estadística del Banco de España.
Los datos sugieren que las empresas han ido buscando cada vez más financiación en el exterior ante los problemas de buena parte del sistema financiero español, que ha cerrado el grifo del crédito a las empresas y ha preferido centrarse en la deuda pública.
Los préstamos del exterior a las sociedades no financieras se situaron en octubre de este año en 331.346 millones, según los datos del Banco de España, una cifra superior en 4.000 millones a la de cierre del año 2012. En cambio, los préstamos de la banca española, incluidos los que han sido titulizados y están fuera de balance y los transferidos al banco malo, han descendido más de 115.000 millones en un año, un 15%, y más de 70.000 millones en lo que va de 2013. Encadenan 37 meses consecutivos a la baja.
Los datos muestran que la caída del crédito no se debe solo a falta de demanda, como avala que son sobre todo las grandes empresas, con acceso a la banca internacional, hayan optado por lograr fuera el dinero. Las pymes se encuentran con el doble problema de que la banca española reduce el crédito y de que ellas no tienen fácil el acceso a préstamos del exterior.
Los problemas de oferta se ven también en el crédito a los hogares, aunque en este segmento los préstamos del exterior son una mínima parte, pues la inmensa mayoría de las familias no tiene acceso a ellos, no solo han crecido durante el año, sino que se encuentran en niveles casi récord, 3.056 millones. Mientras, los préstamos de la banca española a los hogares se han recortado 40.000 millones en un año.
Los datos recién publicados por la Autoridad Bancaria Europea, EBA, muestran que la gran banca española es la penúltima por solvencia, solo por delante de la eslovena. La mejora de los ratios de capital se está produciendo más por la reducción de activos de riesgo, como los créditos, que a través de recapitalizaciones. Y además mostraban cómo España es uno de los países en que más crecía la exposición a deuda pública y riesgo soberano.
Por el lado de la oferta, las restricciones al crédito vienen por tres vías principales. Falta de capital, problemas de liquidez y altos costes de financiación. Estos últimos han pesado especialmente en los últimos dos años por la fragmentación de los mercados financieros en Europa.
La bajada de las primas de riesgo de los países periféricos, y el saneamiento de la banca española pueden ayudar a que vuelva a fluir el crédito. El BCE estudia cómo facilitar liquidez condicionada a que el crédito fluya a la economía real y no sirva solo para que los bancos compren deuda pública.
Hay otro factor que explica la diferente evolución del crédito a las empresas entre la banca española y los préstamos del exterior. La banca española estaba mucho más expuesta al sector inmobiliario, donde más acusada ha sido la contracción crediticia y donde todavía continúa el desapalancamiento. En ese sentido, el Banco de España señalaba en su último informe de estabilidad financiera que el crédito al resto de actividades ya había frenado su caída.
BBVA Research pone el acento en la distinción entre el saldo vivo y las nuevas operaciones. Y asegura que, aunque el saldo total caiga aún con fuerza, el flujo de las nuevas operaciones de crédito en los últimos tres meses muestra una mejora sustancial, impulsado por la cartera de empresas.
No falta quien piensa que puede haber ciertas sorpresas positivas en materia de crédito y este podría aumentar más de lo esperado en 2014, argumentando para ello la mejora de solvencia de la banca, los posibles cambios en la posición del BCE y la rebaja más rápida de la esperada del endeudamiento de empresas y los bancos. En ese contexto, para los bancos el crédito a pymes tiene que ser necesariamente su negocio en los próximos años.