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El perfil mayoritario del comprador actual de vivienda en la provincia de Alicante es de una persona entre 40 y 50 años con unos niveles de renta medio/altos y que busca una segunda residencia o una vivienda en la costa para invertir. El Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Alicante destaca la mayor presencia de este tipo de compradores en las agencias en los últimos años, con un alto poder adquisitivo. A ellos se unen los compradores con edades entre los 30 y 40 años que, debido a su menor capacidad de ahorro, buscan una primera vivienda de menor tamaño y de precio más accesible.
La evolución del mercado inmobiliario, el endurecimiento de las condiciones para la concesión de hipotecas y la nueva ley de crédito inmobiliario han provocado que, mayoritariamente, puedan acceder a la compra de una vivienda las personas que disponen de altos niveles de liquidez o de ahorros elevados para poder iniciar el proceso de compra. “Cada vez nos estamos encontrando en las agencias inmobiliarias con un perfil de comprador mayor que ha necesitado ahorrar durante años para poder comprar su vivienda habitual o bien para adquirir una segunda vivienda”, explica la presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Alicante, Marifé Esteso.
El mercado inmobiliario en Alicante cuenta con diversos perfiles de cliente. Por una parte están las personas entre 30 y 40 años que ya disponen de determinados ahorros para poder acceder a su primera vivienda, a pesar de los años de crisis y la dificultad para recabar los fondos necesarios para hacer frente a los gastos que conlleva.
Por otra parte, están los clientes entre 40 y 50 años, que suelen comprar viviendas como segunda residencia. A esto hay que unir un aumento de los compradores de Alicante y de distintos puntos de la geografía española que están optando por invertir en vivienda en zona de costa para destinarla al arrendamiento, ya que existe demanda acumulada y faltan viviendas para alquilar. También podemos añadir  el factor de los jubilados procedentes de toda Europa, que adquieren cuatro de cada diez viviendas en la provincia.
 “La persistencia de los bajos tipos de interés en los últimos años y la escasa rentabilidad de otro tipo de inversiones financieras ha hecho decidirse a los inversores que aún tenían dudas en apostar por la vivienda, especialmente por la alta rentabilidad que ha ofrecido en los dos últimos años”, incide. Este tipo de comprador, al disponer de un mayor poder adquisitivo, opta por adquirir viviendas de tres y cuatro dormitorios y por casas unifamiliares.
En la parte contraria, los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria colegiados han detectado que las mayores exigencias financieras y la precariedad del mercado laboral están expulsando a los jóvenes del colectivo de compradores. De esta forma, están optando de forma mayoritaria por el alquiler de vivienda o, en todo caso, por la compra en zonas más alejadas de la costa o en peores barrios, donde el esfuerzo económico para la compra es mucho menor.
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