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09 de Junio de 2011

Fuente: Expansión.com

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El Banco Central Europeo (BCE) ha iniciado ya el ciclo de subida de tipos de interés, aunque de manera muy gradual. Los elevó en abril hasta el 1,25% por primera vez desde julio de 2008 y, previsiblemente, Jean-Claude Trichet, el presidente de la institución, dará pistas hoy sobre otro encarecimiento del precio del dinero para julio.

Los miembros del OBCE, comité de expertos consultado por EXPANSIÓN, defienden tres razones por las que la institución debería actuar con prudencia. Por un lado, la inflación se ralentizó en mayo, hasta el 2,7%. “Todo apunta a que la tasa pueda haber tocado techo e inicie un descenso paulatino después de verano”, apunta Simón Sosvilla, profesor de la Universidad Complutense de Madrid.

De la misma manera, Jordi Gual, de La Caixa, considera que “el avance del dato de inflación de mayo sugiere que la tendencia alcista podría interrumpirse”. “Por ahora, no se observan síntomas de un aumento significativo de las presiones de costes y precios internos, ni de las expectativas de inflación, que requerirían un tono menos expansivo de la política monetaria”, añade José Alzola, miembro de The Observatory Group.

Las expectativas sobre la economía no son muy favorables. “Hemos visto un crecimiento superior al previsto en el primer trimestre, en el conjunto de la zona euro (aunque con claras asimetrías entre el centro y la periferia), pero seguido de una aparente y significativa desaceleración por los indicadores adelantados del segundo trimestre”, apunta Daniel Manzano, socio director de AFI. También José Ignacio Navas, de Novacaixagalicia, considera que “vuelven las dudas sobre la recuperación, con datos contradictorios y con dudas sobre la validez y las sostenibilidad de las previsiones económicas”.

Y el tercer factor por el que el BCE debería andar con pies de plomo es la evolución de la divisa, que puede poner en riesgo la evolución de las exportaciones. El euro se sitúa por encima de la cota de los 1,46 dólares y podría continuar con la tendencia al alza, puesto que no se ve a la Reserva Federal de EEUU con ninguna intención de seguir el camino del BCE.

“Conviene tener en cuenta que el aumento de los tipos de interés puede apreciar aún más el euro, lo que afectaría a la recuperación”, según Pedro Antonio Merino, de Repsol. El presidente del OBCE, Guillermo de la Dehesa, lanza incluso unas previsiones sobre la divisa: “Se estima que el euro alcance los 1,50 dólares a finales de 2011”.

Estos serían los tres argumentos principales, pero también permanecen las dudas sobre la crisis de la deuda soberana: “La crisis de la deuda en Europa está viviendo un nuevo episodio y es importante esperar para ver si Grecia y el nuevo Gobierno portugués abordan las medidas necesarias que estabilicen los mercados”, recuerda Javier Andrés, profesor de la Universidad de Valencia.

Sesgo alcista
No obstante, no todos los expertos coinciden en el timing de ese proceso de normalización de la política monetaria. José Luis Martínez, de Citi, Manuel Balmaseda, de Cemex, Ángel Ubide, de Tudor Investment y Javier Díaz, de IESE, creen que julio podría ser un buen momento para otra subida. “El BCE puede combinar la subida de tipos con una elevada flexibilidad en las inyecciones de liquidez”, apunta Martínez. Y Ubide también cree que “los tipos deberían aumentar de forma gradual hacia el 2%”.

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